domingo, 30 de abril de 2017

Merry Christmas Mr. Mo

Una película que empieza como todo filme que se pretende fácilmente de cine arte, con un hombre al que todo le molesta, es antisocial y es raro, pero no insoportable, se le pretende irónico en tono leve, un barbero que no gusta de hablar, de no comunicarse demasiado y teme hasta recibirle el almuerzo a su cuñada para no deberle ningún favor. Pero pronto el filme gira y se vuelve una película de la relación del protagonista Mr. Mo (Gi Ju-bong) y la gente que lo quiere de alguna forma, incluyendo a los asiduos de un club de natación, especialmente con su hijo cineasta ayudado por una esposa más inteligente y buena onda que él. Mr. Mo se muere de cáncer y quiere hacer una película, siempre quiso ser actor y nunca pudo, y se inspira en Charles Chaplin y en su propia enfermedad.

El filme del surcoreano Lim Dae-hyung viaja con Mr. Mo a preparar la película, un acierto es que el corto que veremos al final lo vamos apreciando –sin saber mucho- en escenas previas del filme que cobran sentido al verlas en el corto finalmente. El viaje de Mr. Mo tiene revelaciones, pero a estas les falta peso, y no generan ningún cambio o empatía especial, aunque más tarde en esa sala de cine reconozcamos a los pocos asistentes, gente secundaria, Mr. Mo ante todo ha sido un solitario y un hombre hermético. El filme tiene comedia y trasmite su pequeña cuota de sensibilidad, aunque pretende más de la que llega y cuando se relaja funciona mejor. En su desarrollo se vuelve más común y amable como película y gana más bien. Es un filme que no es perfecto, pero tiene su interés y entretenimiento.